La digitalización empresarial es una prioridad en el mundo actual, y uno de los pilares fundamentales para conseguirla es la formación adecuada de los equipos. Sin embargo, en la era de la información, donde la oferta y la publicidad inundan las redes, muchas empresas y líderes caen en la trampa de elegir la primera formación que encuentran o la que un influencer promociona. Esta actitud no sólo es riesgosa, sino que puede alejarnos del esencia: la formación debe ser un proceso crítico, cuidadoso y estratégico.

No te dejes impresionar por el primer curso que veas

La formación en digital no es sólo cuestión de completar un curso o aprender una herramienta concreta. En ocasiones, vemos ofertas campañas publicitarias que prometen que un software, una metodología o un curso solucionará todo el problema digital de la empresa. Cuidado con esas promesas demasiado simplistas.

Adoptar tecnologías sin entender su impacto real, sin capacitar a los equipos de forma integral o sin valorar si la formación es adecuada a la necesidad genera frustración y un uso ineficaz de los recursos.

Lo primero es tener claro qué necesidades específicas tiene tu equipo, cuáles son las competencias que requieren fortalecer, y qué objetivos concretos de digitalización quieres alcanzar. El margen de error es alto si elegimos formaciones “al tun tun” o basándonos solo en la popularidad de quienes las ofrecen.

Sé crítico y valida antes de decidir 

Hoy en día, Internet y las redes sociales ponen a nuestra disposición un amplio abanico de opciones para buscar información formativa de calidad. El poder ya no está solo en quién grite más fuerte, sino en quién aporte conocimiento tangible, probado y ajustado a la realidad del usuario.

Te recomiendo adoptar un enfoque crítico que incluya:

– Investigación profunda: busca en Youtube, blogs especializados y foros opiniones reales, reseñas y comparativas.

– Consulta con expertos: no dudes en preguntar a consultores o profesionales con trayectoria comprobada (como AngelGMoran), para que te orienten en función de tu sector y situación concreta.

– Evaluación de las necesidades del equipo: realiza un diagnóstico realista de las habilidades y carencias para ajustar la formación a la demanda específica.

– Análisis del contenido: revisa temarios, metodologías, duración y modalidades para asegurar que se adapten a tu ritmo y a las necesidades prácticas.

– Medición de resultados esperables: valida que la formación permita aplicar los conocimientos para mejorar procesos, productividad o innovación en el corto y medio plazo.

Dar con la tecla correcta en formación

Encontrar la formación adecuada es como encontrar la llave para abrir una puerta especial en la empresa: debe estar calibrada para tu contexto, tus equipos y tus proyectos.

Algunas claves para afinizar esa elección son:

– Priorizar formaciones adaptadas al nivel y funciones del equipo (no todos necesitan la misma profundidad técnica).

– Buscar cursos con enfoque práctico, con casos reales y ejercicios aplicables.

– Valorar la experiencia y reputación del formador o entidad que ofrece el contenido.

– Incluir siempre, si es posible, acompañamiento personalizado o mentoring que facilite la aplicación real de lo aprendido.

– Fomentar un aprendizaje continuo, no puntual, para que la formación se integre en la cultura empresarial.

La ventaja de un consultor experto en formación digital

Contar con un consultor externo no solo para escoger sino para acompañar en el proceso formativo aporta mucho más valor. Este profesional contribuye a:

– Ajustar el plan formativo a los objetivos estratégicos de digitalización.

– Coordinar la validación y selección de mejores opciones o programas de capacitación.

– Facilitar la implantación práctica y la transferencia efectiva del conocimiento.

– Detectar áreas de mejora y ofrecer soluciones integradas durante y después de la formación.

– Garantizar un aprendizaje alineado con las últimas tendencias y herramientas digitales.

Este acompañamiento es un factor diferencial para acelerar el proceso de transformación y generar un impacto real en la empresa.

La formación correcta para digitalizar equipos no es una cuestión de moda o de seguir a la persona que más se promociona, sino de una decisión crítica, informada y alineada con objetivos reales. Un checklist bien elaborado, la validación rigurosa de opciones y el acompañamiento de expertos aseguran que tu inversión en formación se traduzca en crecimiento, innovación y competitividad.